Argentina es inmensa y variada: glaciares, la Patagonia, desiertos, valles, volcanes, lagos y cataratas son los atractivos más conocidos del País. Sin embargo poca gente sabe que Argentina cuenta con una de las mayores reservas de selva atlántica del mundo. Hace siglos la selva atlántica cubría el sur de Brasil desde el Océano Atlántico hasta Misiones, Paraguay, el sur de Bolivia y el norte de Formosa hasta llegar a los Andes. Hoy sólo quedan dos reductos, uno ubicado Misiones, la Reserva Yabotí donde se encuentran los espectaculares Saltos del Moconá. Se trata de más de 200.000 ha de selva protegidas por la UNESCO desde 1993.
¿Cómo llegar?
Hasta hace poco más de 4 años, acceder a esta zona era una auténtica aventura. Los caminos de tierra roja y las lluvias distribuidas en todo el año, hacía de los caminos pistas de patinaje. Hoy, se ha terminado de construir una carretera asfaltada que une las Cataratas del Iguazú con la Reserva Yabotí en pocas horas. Después de visitar las imponentes Cataratas de Iguazú, se coge La Ruta 2, para llegar, por un camino de sierras con manchones de selva y cultivos de yerba mate y té, al pueblo de El Soberbio. Allí se toma una carretera de 70 kms que lleva a la selva. Se trata de un camino de ida y vuelta, que termina en el parking del Parque Provincial del Moconá, uno de los núcleos de la Reserva Yabotí. A medida que avanzamos por la ruta, nos adentramos en la selva pudiendo parar a observar el paisaje en los numerosos miradores que flanquean el camino. La accidentada geografía del este misionero facilita que subamos y bajemos una sierra que nos presenta la selva como una gran alfombra verde que se pierde en el horizonte.Pero la vista panorámica es solo uno de los puntos de vista. La maravilla surge al adentrarse a pie por los caminos.
Se trata de un paisaje muy raro en el mundo. Entre la tupida selva discurre el río Uruguay, entre Argentina y Brasil. Su lecho es de piedra basáltica, fruto de viejos volcanes que el tiempo y el agua se han ocupado de erosionar. Allí el río cambia su rumbo y deja ver una falla geológica de unos 20-30 metros de ancho y 3 kilómetros de largo en los que el agua cae de costado. Este espectáculo de agua se conoce como los Saltos del Moconá, que en guaraní, significa “el que todo lo traga” describiendo la fuerza que genera el agua al caer formando remolinos en los que chapotean los dorados, y surubíes, los peces estrellas de la zona.
Con una lancha semi-rígida podemos recorrer el canal que se forma en medio del río y observar como el agua cae de un lado con una fuerza y una potencia mágicas. Los saltos suben y bajan en función del caudal del río Uruguay, pudiendo tener caídas de hasta 15 metros o estar tapados si llueve mucho en la cuenca superior. El Parque cuenta con senderos en los que se pueden ver árboles enormes mientras se escucha el rugido de los Saltos.
Dónde alojarse
A 32 kms de los Saltos del Moconá, a las puertas de la Reserva Yabotí, con acceso directo desde la ruta asfaltada, se encuentra el último núcleo habitado y con servicios, la Chacra del Agua, un Refugio Natural de 18 ha de selva que ofrece actividades y propone un nuevo concepto de alojamiento: su Home Lodge. Una apuesta por la atención personalizada, el cuidado y la calidad del servicio para el descanso y el disfrute de la naturaleza. Sus dueños, Sebastián y Mariana, vienen de diferentes mundos, él fotógrafo, ella filósofa, y cuando conocieron esta tierra vieron un Paraíso donde desarrollar otra forma de vida y de alojamiento: un lugar respetuoso con su entorno, ambientalmente comprometido y sostenible que ofreciera lo que ellos, en todos sus viajes por el mundo, habían deseado encontrar y vivir.
Con una atención personalizada ofrecen alojamiento para 6 personas en cabañas construidas con el estilo tradicional de la Misiones rural y ubicadas en claros del monte. Se trata de construcciones en madera que utilizan las técnicas constructivas propias de la centro Europa. El origen alemán de los pobladores se mantiene en el estilo arquitectónico que se ha adaptado al clima y a las necesidades propias de una región subtropical.
Equipadas con camas queen size, baños modernos en suite cuentan con una gran terraza cubierta donde poder relajarse y observar la selva que las rodea. Elaboran productos artesanales que incluyen en las comidas caseras. Las cabañas tienen su propia biblioteca con libros sobre la zona, guías de flores y árboles, cuentos, mitos y leyendas misioneras para conocer mejor la biodiversidad y la historia de esta tierra.
Actividades en el lodge
Las 18 ha que componen el predio están habitadas por más de 50 especies de aves identificadas que se pueden observar desde los caminos que recorren la Chacra del Agua.
Los saltos del arroyo Abalorios que atraviesa el monte y desemboca en el arroyo Paraíso forman un paisaje propio de las películas de mundos remotos. El agua ofrece la posibilidad de embarcarse en kayaks y observar la selva flotando, en silencio, dejando que el monte suene mientras las aves acuáticas vuelan alrededor: martín pescador, annú de río, garzas etc sobrevuelan las costas del arroyo Paraíso ofreciéndonos una experiencia siempre única.
Descansar, caminar, navegar, observar, escuchar, sentir, bañarse en el río y en la piscina, comer, conversar y compartir. Esta es la invitación.
El camino de regreso: Parques y Misiones Jesuísticas
Desde la chacra del Agua se puede retomar la Ruta 2 y costear el río Uruguay 100 km más. Curva, contracurva, subidas y bajadas, miradores y un paisaje frágil, cambiante nos transportan hasta el centro de la provincia misionera desde donde podemos optar por visitar el Parque Provincial de Salto Encantado, con su salto de agua de más de 60 metros de altura o seguir al Parque de la Cruz para ver su museo de mariposas y su mirador de la selva. Ambas son dos paradas importantes antes de dirigirnos a las Misiones jesuíticas. San Ignacio y Santa Ana nos esperan con las ruinas reconstruidas, paseos guiados y espectáculos nocturnos de luces y sonidos.
Para los más amantes de la naturaleza el viaje perfecto culmina con una escapada a los Esteros del Iberá, donde las lagunas dan cobijo a yacarés, pecaríes y aves que viven en sus islas flotantes.
El Litoral argentino se enriquece cada año con nuevos accesos, más información y propuestas que facilitan vivir un viaje único a la diversidad. La selva y el Moconá no dejan indiferente a nadie: es el privilegio de adentrarse en estos mundos, que parecen fuera del mundo.
Datos útiles
- Transporte público desde Iguazú. Empresa “Destino Moconá” Salidas desde la Terminal de Puerto Iguazú a las 7 de la mañana. Llegada a la Chacra del Agua hacia las 12 hs. Llegada al Parque Moconá hacia las 12:45
- Moconá-Chacra del Agua- Iguazú. Salidas 16 hs, llegada a Iguazú hacia las 20 hs
- Transporte público Posadas-Chacra del Agua. Salida 22 hs desde Terminal de autobuses de Posadas. Llegada a las 2 de la madrugada.Chacra del Agua-Posadas. Salida 10 hs. Llegada 14:30.
- Los aeropuertos más cercanos son los de Posadas e Iguazú. Ambas ciudades se encuentran a 300 kms de los Saltos del Moconá y de la Chacra del Agua.
- El acceso se realiza por una carretera provincial llamada “Ruta 2” que se encuentra perfectamente asfaltada.
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